lunes, 10 de noviembre de 2014

Si pudiéramos recordar





Si pudiéramos recordar
los paseos, los besos, 
las veces que recorren nuestras manos
en busca de la gracia
miradas de amor y ternura...

Si pudiéramos recordar
la manera incansable de mecernos,
de calmar nuestra temprana inquietud
para esfumar el llanto
el hambre, la sed...

Si pudiéramos recordar
las noches en vela
sumidos en una danza eterna
que va, que viene
por la alfombra, 
deambulando a oscuras...

Si pudiéramos recordar
las renuncias siempre mágicas,
las sonrisas compartidas,
los dulces amaneceres...

Si fuéramos capaces de recordar,
estaríamos hechos de más amor,
de más luz, de más vida,
de más gratitud, de más esperanza...

No habría días grises
ni gentes vacías
ni cosas inútiles
ni miradas en vano...

Si pudiéramos recordar
el principio de todo
no podríamos ignorar
el sentido de la vida...

Si pudiéramos recordar...


1 comentario:

  1. Pero como no lo recordamos de bebés, tenemos la Gracia de vivirlo como padres.

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