martes, 27 de noviembre de 2012

Valores


Hoy estoy triste.
Soy catalana y adoro mi tierra. Desde el daliniano Portbou hasta los confines del Ebro. Amo cada uno de los rincones que he recorrido, saboreando los acentos y caprichos del catalán. Sin quererlo pronuncio maresdedèu y macagüenlapells mientras hago mi vida en Madrid. Se me llena la boca al hablar de la cultura catalana y de sus riquezas. De lo que se me anexa solo por haber nacido allí, en ese rinconcito del mundo.

Soy española y quien haya visto mi cara alguna vez sabe que no puedo negarlo. Hija de andaluces, hay algo de árabe perdido en mi gesto. Crecí escuchando flamenco, y bailándolo. Me gustan los atardeceres de Ronda y de la Bahía de Cádiz, y me reconforta amanecer entre encinas y olivares.

Lo siento todo mío. No puedo disociarlo y si me preguntan lo digo. Mi corazón no entiende de escaños ni de mayorías. Supongo que los habrá que les suceda lo mismo con la senyera, y que no encuentren nada suyo en el segundo párrafo de este texto.

Tengo la fortuna de haber crecido entre dos lenguas y ojalá hubieran sido más. Nunca me planteé cuál de las dos era más importante. Nadie me empujó a hacerlo. Todo sumaba.
Los críos no teníamos problemas y, por aquel entonces, los padres tampoco. Mi madre podía  ayudarme con los deberes a pesar de las el.les geminadas. Sin dramas ví como, digui digui en mano, acudía a sus clases con naturalidad e interés. Mi padre no lo hizo, con todo el derecho del mundo, y nunca sintió rechazo alguno por ello. Todo eran, sin ser del todo evidentes, señales de convivencia, respeto y equilibrio.
Siempre me han enseñado que lo bueno, si no puede compartirse, carece de valor. Yo quiero compartir Cataluña con el resto de españoles, de la misma manera que quiero compartir España con el resto del mundo.
No hablo de competencias autonómicas ni de pactos fiscales. No escribiré sobre economía, eso no corresponde a este blog. Hablo de valores. Los que se construyen con el paso de los años y se transmiten de generación en generación. Esos que orientan nuestro comportamiento y dan forma a nuestras relaciones. Detrás del soberanismo exacerbado, del auge independentista y la reivindicación del estado propio, no encuentro ni un valor, ni uno solo, del que vayan a nutrirse nuestros hijos.
Pido por favor que alguien me ilumine.


8 comentarios:

  1. La pena que et afligeix avui ens pesa també als que no hem crescut allà. Ens pesa perquè veiem el dolor que genera en aquells que volem, un odi encoratjat per gent de nul · vàlua.
    Per què, quan els que no som d'allí podem estimar aquesta terra, hi ha gent de alli que l'odia tant? Perquè la història d'Espanya és la història de Catalunya, i la de Catalunya és la de Espanya.
    Reconfórtate sabent que, al final del dia, sempre hi ha algú que et vol i estarà amb tu sempre.

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    1. Se ha de entender que el odio no es hacia la tierra, ni siquiera hacia las personas, sino hacia un ente abstracto que muchos se encargan de alimentar. En las distancias cortas, cuando nos despojamos de prejuicios e influencias, generalmente se acaba imponiendo el sentido común. Sólo hay que escuchar.

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  2. Pues si que tienes un toque exotico Noe, de hecho cuando te vi la primera vez parecia que habias salido del cuento 'Las mil y una noches' :-)

    Grandes palabras Noe, y puestos a independizarse, voto que se independize el valle de aran del resto de Cataluña y se cree el nuevo estado pirenaico y LIBRE OCCITANO FRANCO-CATALAN,que nos dejan los IBONES de aguestortes mas secos que la charca de la rana para uso de los barceloneses.

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    1. Si conociera las mil y una noches, no hubiera salido de allí, creo...
      Voy a ir pensando el gentilicio para ese nuevo estado que propones, por si alguien me pide opinion. Va ser tarea entretenida. Todo sea por esos ibones

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  3. Soy hijo y nieto de vallecanos,luego soy madrileño.
    Soy hijo de españoles, luego puedo ser de cuaquier parte de España,cuando he viajado a Cataluña, Andalucía,Extremadura,Valencia o cualquier otra parte de España me he sentido en mi casa.y quiero seguir sintiendo lo mismo.
    Quiero a mi tierra con todo lo que ello conlleva. No por ser la tierra si no mas bien por mi gente, la gente que vive en ella.
    Web ha despreciado una comida por no ser de su región?quien ha despreciado un gazpacho por andaluz o una paella por valenciana o una butifarra por catalana?
    Por que despreciar un idioma por que no le entiendes?
    En vez de unos querer meterlo con calzador y otros despreciarlo como algo extraño, acojamosle como algo nuestro.
    Los idiomas deben servir para entendernos.
    Un año de vacaciones en Malgrat, al cabo de los dkas de coincidir con un matrimonio del pueblo, entablamos conversación, al hombre le faltaban palabras en castellano y yo me costaba su catalán cerrado, pero nos entendíamos por que teníamos interés el uno en el otro.
    QUE NO NLS SEPAREN.

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  4. Magistral!!! Sencillamente magistral. Yo creo que tu experiencia "mixta" se puede hacer extensible a muchos otros que también sienten amor por las dos tierras. Yo, la verdad, como salmantino/madrileño viajero, amante de conocer nuevas culturas, ciudades y sensaciones, que tiene a Barcelona como una de los lugares más excitantes del mundo tampoco entiendo mucho esta escalada soberanista/españolista/independentista/excluyente... No lo entiendo...

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    1. Entre tu y yo (y aprovechando que no es un blog muy transitado): mucha ignorancia y poca apertura de mente, es lo que abunda. Con lo viajeros que somos los catalanes...y que tengamos este lastre!
      Gracias por tu comentario, Manu. Es un placer recibirte aquí, entre los trastos, la gente y la vida en general.

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